Las flores de aquel ramo traicionero
que viste majestuoso su elegancia,
embriaga en rancio aroma y vil fragancia
a quien se entrega a cambio de dinero.
De aquel que lo obsequió tanto difiero
como quien lo recibe y su arrogancia,
por cuanto solo buscan por ganancia
la absurda compra - venta de un "te
quiero"
Por tal, si queda expuesta la codicia,
(yo puedo deducir que es tolerada)
dos ganan, uno un cuerpo y otro un ramo.
Sin besos, sin caricias, sin "te amo"
no hay riesgo de perder siquiera nada
y mucho gana el ego y la avaricia.
Autor: Manuel Bastidas Mora /Venezuela
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