9/17/2016

El Quijote del Sur (Glosa)



Bajo el ardiente luminar del trópico,
como el hidalgo Caballero Andante,
jinete en ilusorio rocinante,
sueña don Ñuflo con un pais utópico.
JAVIER DEL GRANADO

Vistióse el don de la hacienda, con prenda
del andaluz cabalgante, no es tópico
que en estos sures calientes, la gente
cubra su cuerpo en metales, y aliente
a que un mozo regordete le atienda
bajo el ardiente luminar del trópico.

Dirigióse hacia el espejo y perplejo
se admiró de su semblante elegante,
hizo pasear por su testa, infesta,
su doncella Dulcinea, la honesta,
imaginóse en cortejo aquel viejo
como el hidalgo Caballero Andante.

Encaminóse pesado y cansado
pero a paso petulante, arrogante,
hacia el patio del ordeño y en sueño
vio tan brioso un burriquillo cenceño
que de corcel ha tomado y montado,
jinete en ilusorio rocinante.

Volvióse el cuerpo agotado, diezmado,
de aquel sueño psicotrópico, hipnótico,
y en su hamaca urdió otra fiesta, compuesta
de otros sueños y pensares, la siesta
ya poco que ha terminado y sentado
sueña don Ñuflo con un *pais utópico.

* "Pais" escrito sin acento 
según pronunciación local


Autor: Manuel Bastidas Mora (Venezuela)
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